viernes, 7 de octubre de 2011

El Misterio de los Mamuts Congelados


Información valiosa sobre los mamuts

En 1665, el explorador holandés Nikolaus Witgen retornó a su patria de una expedición a las tierras rusas. Retornó hablando sobre unos extraños animales que habían aparecido muertos en el norte de Siberia, semejantes a descomunales elefantes que se diferenciaban de los de nuestra era, al estar cubiertos por una pelambre densa y larga. A la expedición Witgen, le siguieron otras, una numerosa cantidad de viajes a los desiertos de hielo del norte. Se supo entonces a qué curioso capricho de la naturaleza se debía la excelente conservación de los cadáveres de aquellos animales, a los cuales Cuvier les dio el apodo científico de "mamuts de los rusos". Europa se enteró entonces de la existencia de estos proboscidios prehistóricos.
Mamuts como este (de un grabado rupestre en la cueva de Combarelles, Francia) fueron los antepasados de nuestros elefantes. En Siberia vivieron probablemente después del último período glaciar. En el permafrost siberiano se han hallado copiosos mamuts perfectamente conservados.
En aquellas inhóspitas regiones septentrionales había llegado a su ocaso varios milenios antes, la  ingente emigración de mamuts. Por lo visto, todos murieron de forma casi instantánea y por razones que aún se desconocen o más bien dicho, no hay una explicación definitiva a la extinción del mamut, cambios climáticos, caza por parte del hombre, una gran enfermedad, el surguimiento de la supernova Vela, han sido diversas teorías manejadas por la ciencia en una busqueda por explicar infructuosamente la extinción de semejante especie. Sus cuerpos se conservaron en la Siberia al permanecer sobre el congelado suelo y ser enterrados por los ríos en sedimentos, comprendiendo sudarios de arena que por igual se congelaron con celeridad, en el silencioso "permafrost" (una capa de hielo que subsiste permanentemente) permanecieron durante milenios. Los largos días del verano polar no produjeron el calor suficiente como para sacar al descubierto a los colosales mamuts congelados.
Las bajísimas temperaturas permitieron conservar a los mamuts en las enormes capas de hielo, algunas ejemplares, conservaban fresco inclusive, el alimento albergado en los estómagos.
 La razón que conservó a los ejemplares en un estado perfecto fue la bajísima temperatura eterna del gélido bioma siberiano. Se dice que los aborígenes de Siberia ya poseían conocimiento de la existencia de estos fósiles congelados, que incluso comían de la carne supercongelada de los mamuts. Del mismo modo diversos animales carnívoros como los zorros y perros polares también devoraban de esas magras con el mejor de los apetitos. Muchos de los mamuts congelados fueron encontrados con restos de alimentos en el estómago, incluso se pudo reconocer de que hierbas se trataba: retoños tiernos de diferentes coníferas, abedules y sauces primigenios. Incluso se hallaron numerosas plantas de las estepas, como tomillo y ranúnculo.
Ese mismo mamut, que desapareció del planeta a fines del período glacia, existió también en nuestras latitudes, pues habían de él muchas especies, algunas para climas fríos y otras para climas cálidos. Por esta razón abundan en Europa los yacimientos de huesos de mamuts. Se ha de tener en cuenta que en la época diluvial no sólo hubo períodos fríos en los que extensas zonas de Europa, Asia y América del Norte se vieron cubiertas por la nieve y el hielo. También hubieron períodos calientes en los que el manto de hielo y los glaciares se retiraban hacia el norte. 
Ilustración de un mamut lanudo, una especie de mamut que habitó en las tierras polares.
Y hubo una especie de mamut, el Mammuthus primigenius o mamut lanudo, hecho a vivir en medio de las más bajas temperaturas. Poseía una gran giba adiposa que le servía a todas luces de despensa para los malos tiempos y tenía alrededor de tres metros de altura. No conocemos ese mamut únicamente por los yacimientos siberianos, sino también por toda una serie de reproducciones gráficas, obras de los cazadores paleolíticos, coetáneos al último período glacial. Aparecen grabados y pintados en cavernosas paredes de Francia y España
Manny, personaje de la película de animación "La Era de Hielo", bien puede ser una mamut lanudo o mamut primigenius, esto si tenemos en cuenta dos cosas: su distribución geográfica y el biocrón (tiempo de duración de una especie a lo largo de las eras geológicas); en la mencionada película se lo muestra coexistiendo con humanos. Acorde a estos criterios también puede ser una mamut colombino, más no otra especie de mamut.
Entre 1860 y 1900 se exportaba al año, desde Siberia, unos 50.000 kilos de marfil de mamut. En 1873 llegaron al mercado de Londres más de 1140 colmillos de procedencia siberiana.
Los colmillos del mamut podían llegar a medir hasta 5 metros de largo.
Nota: La presente información está extraída del libro "Enigmas de la Naturaleza", de Helga Menzel-Tettenborn y Franz K. Theodor.

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