viernes, 11 de noviembre de 2011

Inclusiones en Ámbar: Mundo Enigmático

INCLUSIONES EN ÁMBAR: MUNDO ENIGMÁTICO
Los conocimientos sobre el ámbar con inclusiones no son nada reciente, en la época de Nerón se lo preciaba mucho en Roma y muchísimos antes los etruscos lo traín del Báltico, de la Prusia Oriental a los diversos rincones de Italia. Los griegos lo llamaban "electron", que significa "piedra chispeante". Ciertamente Tales de Mileto había descubierto que frotándolo lograba una fuerza de atracción.
 
Hormiga incrustada en el ámbar.

 


El ámbar ha sido un mineral cotizado desde la antigüedad, en su carácter de piedra preciosa. Más, el ámbar con inclusiones ha sido de valor notoriamente más elevado que el ámbar común desde las épocas del Antiguo Egipto hasta hoy.
 
Pendientes de ámbar.



Más en la ciencia, el ámbar es también de un valor inestimable. En especial el ámbar con inclusiones, los más de 50000 especímenes de insectos fosilizados que se han encontrado en el ámbar han sido de vital importancia para los estudios de la historia filogenética de los insectos como la zoología evolutiva o para disciplinas como la entomología. Los fósiles de insectos incrustados en ámbar datan por lo general desde hace 40 millones de años.
 
Escalopendra en ámbar.
En la antigüedad se consideraba al ámbar como las lágrimas que lloraban las helíadas, transformadas en árboles, por la muerte de su hermano Faetón. Más allá de este mito, Aristótles y Plinio el Viejo, tuvieron conociemiento pleno de que el ámbar es resina. En las épocas de Plinio, Roma cotizaba el ámbar tan caro como las piedras preciosas.
 
Lagartija incrustada en ámbar. Uno de los pocos vertebrados fosilizados en el ámbar que se hayan encontrado.
 
 Así como había en la antigüedad rutas para la seda o la sal, el ámbar tenía su ruta comercial, tal ruta unía los puertos del Mediterráneo en el mar Norte y el Báltico. El mercado principal estaba en Aquilea, en el golfo de Trieste. Los filisteos lo iniciaron hace más de 3000 años, el comercio del codiciado "oro del mar". Los fenicios, los etruscos, los romanos, los árabes, prosiguieron con este comercio. En la edad media los caballeros teutónicos y diversos gremios alemanes lo comerciaban también.

Araña en ámbar. 
A fines del siglo XVII se utilizó mucho el ámbar para hacer incrustaciones en las placas de madera. La obra más famosa hecha en estos parámetros es el "Gabinete de ámbar" que Federico Gillermo I de Prusia le regaló al zar Pedro el Grande, que hizo instalarlo en su palacio de Zarskoye Zelo.
 
Palacio de Zarskoye Selo.
 
El ámbar es una resina de coníferas petrificada que data del terciario, en un proceso iniciado hace unos 70 millones de años. Los yacimientos originales fueron destruídos parcialmente por los mares, con lo cual el ámbar se distribuyó disparmente a otros yacimientos secundarios de distinta antigüedad, situados en la Prusia Oriental principalmente. La tierra de sus costas, de apariencia azulada, compuesta por arcilla arenosa y glauconita, llega a contener hasta dos kilos de ámbar por metro cúbico.

Díptero fosilizado de 40 millones de años. Puede ser comparado perfectamente con las especies de dípteros de nuestros tiempos.
La tierra azul de glauconita arcillosa, típica de Prusia de Oriente, se extrae con excavadora. Ha de ser lavada y cribada para separar el ámbar de lo terroso. El ámbar es separado en otras ocasionescon redes especiales. Si se lo extrae con redes, sale con una superficie más pulida. En cambio el ámbar de excavadora tiene costras en su superficie.
Se puede indentificar con facilidad un mosquito incrustado en el ámbar.
En Dinamarca, Holanda, Suecia, Inglaterra y Sicilia hay yacimientos menores de ámbar.

Helecho incrustado en ámbar.

Se discute el origen del abundante ámbar Báltico. Hace no mucho, un científico americano quiso demostrar basándose en el espectro infrarrojo del ámbar, que éste proviene de coníferas parientes de las araucarias tropicales. Tales araucarias son muy resinosas, lo que podría explicar la gran cantidad de yacimientos de ámbar del Mar Báltico y del Mar del Norte, ya explotados desde tiempos antiguos, por las arcanas civilizaciones.





Nota: la información aquí expuesta no está tomada de ninguna URL. Está basada en el libro "Enigmas de la Naturaleza", de Helga Menzel-Tettenborn y Franz K. Theodor.